domingo, 28 de octubre de 2001

Sexto año (2001-2002)

 La Música barroca: Carissimi, Lully, Charpentier, Purcell, Pergolesi, Scarlatti, Soler, Vivaldi




Una vez estudiado Monteverdi, seguimos la trayectoria de la música europea durante la época barroca. Empecé el curso comentando que, si yo hubiese previsto la continuidad de estas tertulias, habríamos empezado por aquí y no por Bach, que es la culminación del barroco. Para corregir un poco lo relativamente errático de nuestras sesiones, dedicamos la primera (28.X.2001) a hacer una introducción general a la música barroca: contexto histórico, características musicales (ruptura de la unidad de lenguaje, teoría de los afetti, bajo continuo, formas abiertas, etc.), géneros (ópera, oratorios, cantatas, sonatas, conciertos, etc.), cronología y “escuelas nacionales” (Italia, Francia, Inglaterra y Alemania). Con verdadero horror, he observado en mi libreta que en esa sesión ¡no hubo música! y que sólo hablé yo.


El siguiente encuentro (16.XII.01) estuvo dedicado al género operístico, comenzando por las óperas de Monteverdi posteriores a Orfeo (escuchamos fragmentos de L’incoronazione di Poppea) y aludiendo a la degradación posterior de la ópera debido a la dictadura de los castrati. Seguidamente, expliqué los elementos fundamentales de la ópera: recitativos (secco y accompagnato), arioso, aria da capo, conjuntos, etc.; todo ello fue ilustrado con breves fragmentos de Bach, Händel, Mozart, Verdi y Puccini.

Después de la ópera, en la tercera sesión (27.I.02) hablé del género oratorio, con la audición de Jefté de Giacomo Carissimi. Después, seguimos nuestro recorrido por la música barroca, empezando por Francia; tras una introducción al contexto histórico, escuchamos música de Jean-Baptiste Lully (Le bourgeois gentilhomme y fragmentos de la ópera Armide y del Te Deum).
En la cuarta sesión (3.III.02) continuamos por el barroco francés con música de Marc-Antoine Charpentier (Le reniement de Pierre, Te Deum y De profundis). A continuación, pasamos a Inglaterra: Henry Purcell (canciones de taberna, fragmentos de Dido y Eneas, la única ópera inglesa antes de Händel, y la Música para el funeral de la reina María).

Empecé la quinta sesión (7.IV.02) de forma un tanto truculenta: íbamos a escuchar músicas que nos llevarían desde “el luminoso Nápoles del Settecento a las tétricas penumbras del monasterio de El Escorial pasando por el alegre Madrid de los Borbones”. Y, en efecto, la sesión fue un poco particular: La serva padrona de Pergolesi, uno de los más acabados ejemplos de la opera bufa napolitana; seis sonatas de Domenico Scarlatti, escritas mientras estuvo en España al servicio de la reina y de los infantes; y dos de los conciertos para dos claves de Antoni Soler, “olotí” al servicio de un príncipe borbónico en el Escorial. En mi cuaderno tengo anotada la audición (“si queda tiempo”) de fragmentos del Stabat Mater de Pergolesi; no sé si hubo tiempo o no, pero, en cualquier caso, se trata de una de las piezas más sublimes e impresionantes de la historia de la Música; si nadie la recuerda, es cuestión de escucharla entera un día de estos.

Las dos últimas sesiones del curso estuvieron dedicadas a Antonio Vivaldi: en la sesión del día 12.V.02 escuchamos una de las fantásticas Sonatas para violoncelo, un par de conciertos, fragmentos del Gloria, el verano y el invierno de la Cuatro estaciones y trozos del Dixit Dominus.

Y en la séptima y última sesión (16.VI.02), seguimos con más conciertos de Vivaldi (para flauta, para flautino, para fagot, para dos mandolinas, con molti istromenti, etc.) y con nuevos ejemplos de su música vocal: Beatus vir y Stabat mater.